Hacía dos horas que habían cruzado la frontera. Las
cuatro chicas del ford Mondeo británico, miraban embelesadas el paisaje. No era
para menos, ¡llevaban tanto tiempo soñando que un día visitarían España! y sin
pensarlo, ni siquiera imaginarlo les había surgido la oportunidad de esas
vacaciones.
-Españolito muy toro -Ann enseguida miró el
diccionario- No, no, no... is very hombre.
Las chicas realmente estaban tranquilas, Ann
dominaba el idioma y Peggy había elaborado un planning vacacional perfecto y
bien documentado.
Lo que les venía preocupando, sobre todo a Helen
que conducía, era que desde que habían abandonado la autovía (pues querían
parar en Zaragoza a visitar la Alhambra) no veían ningún indicador. Por lo que
decidieron dar la vuelta, volver a la autovía e ir directamente a Madrid, allí
visitarían la Maestranza, que sin duda era mucho más okey.
Katrina, la copiloto, descubrió en el plano de
carreteras una comarcal, la tomarían evitando así la autopista de peaje. En
tres horas llegarían a Madrid. Pero..., pasaron mucho tiempo sin ver
indicadores.
Por fin una city. ¡Qué raro! su nombre no viene en
el mapa. Dudan si han de parar a preguntar. Prefieren seguir un poco más, tal
vez no estén perdidas.
Media hora más sin ver señales de civilización.
Se empiezan a preocupar. Casi no queda gasolina....
Allí, allí,
¡there!, ¡there !, a man whit sheeps.
-¡Help !, ¡help !
El pastor se acerca al coche. Su cara se ilumina
cuando ve a las cuatro. Rápidamente se quita la boina y acicala sus cinco
pelos.
-¡¡A las buenas tardes !! -les dice.
-We're losts -contestan.
Cirilo arruga su cara y pasados unos minutos les
vuelve a decir:
-Ah no no YO JA-PO-NES NO SE
Ann busca en su diccionario.
-Nosotras semos o estemos perludas.
-¿peludas? ¡KIA! con lo remajas que sois y lo bien
depiladicas que vais -al ir tomando confianza en la conversación, Cirilo se
acoda en la ventanilla abierta del Mondeo- ¡anda que si vierais los bigotes de
la Tomasa!
-I don't understand -repetía Ann pasando
frenéticamente las páginas del diccionario- ¡¡¡PERDIDAS!!!, semos perdidas.
-Ahhhhhhhhhh ¡cacho de pena me da! pero don
Evaristo no confiesa ahora.
-¿To Madrid please?
-¿Tu Madrid? ¿mío? ¡kiaaaaaaaaaaaaaaaa oveeeeeja no
te mees en las ruedas!

La copiloto bajándose del coche esquiva con remilgo
las ovejas y de cuatro sutiles zancadas se pone delante del hombre. Le enseña
el mapa y grita:
-¡MADRIS!
Cirilo sin dejar de mirar por entre el escote de la
blusa que tiene enfrente, pisa fuerte en el suelo y grita:
-¡BURGOS!
Una semana después los padres de Helen reciben una
postal que traducida vendría a decir así:
Querida familia; España es diferente, maravillosa,
única. Estamos en un apartamento en primera línea de playa. Hemos hecho muchos
amigos. Primero conocimos a nuestros vecinos: Cirilo y su mujer Tomasa. Tienen
muchos primos que por la noche nos enseñan a cazar gamusinos en la era, digo en
el mar. Hay que ser español para poder ver un gamusino. No hemos podido ir a la
Maestranza porque cierran en verano, pero hoy vi un encierro con toros de
verdad en la tele, es que son los Fermines de San Pamplona. Todos los días
después de comer cuando los españolitos se mueren por un rato, nosotras practicamos
la equitación, aunque en esta ciudad solo hay dos razas de caballos: la mula y
el borrico. Os he comprado un botijo. Mañana preparamos la vuelta a casa. Nos
da pena irnos así que hemos pensado pasar antes por La Coruña, queremos visitar
La Giralda.
Hasta la semana que viene, querida familia.
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